Marcha fúnebre

Mi alma está hecha de un grito
y una trampa, que de alguna forma es una venganza.
Le hablo, soliloquio de eremita,
serpentina entre las venas y los huesos fríos.

Mastiqué el alma,
separando trozos, enterrando y desenterrando partes tuyas.
en algún lado van trepando tu piel y tus ramas.
ahogando al recién nacido,
volviéndolo lava y grava.