Carta abierta a Vicente
Es necesario de vez en cuando, soltar una risa vacía, una carcajada sin eco, un grito sobre las masas, una palabra de desahogo. Es imprescindible quizás, inventarse un pequeño dios, un salvavidas invisible, un amor en las alturas, un deseo imparable. Es indispensable, a veces, apostar en la vida, ya que la vida no es más que una incesante apuesta de cartas, perder de vez en cuando, derramar una pena sobre el brazo, abrir pequeñas sorpresas, sentir gigantes alegrías. Y a su vez, es preciso preguntarse también, ¿Dónde estás Altazor? dónde, dónde.. Y si es cierto que dios juega a los dados, yo quiero jugar estas cartas, quiero soltar una risa, quiero la pena en mi brazo, quiero este deseo imparable, y por sobre todo esto, quiero esos pequeños regalos y esas enormes alegrías,
un segundo,
un segundo.
(Pintor: Bouguereau, En penitencia)
un segundo,
un segundo.
(Pintor: Bouguereau, En penitencia)
2 Comments:
Una plataforma, una hermosa plataforma...
te gusta Huidobro?, descubriste un blog desconocido y no abierto al público.
Sorpresas, puras sorpresas contigo Marcelo. A mi me sabes a un conjunto de apariencias nada reales.
Sí, Huidobro me gusta y no me gusta..es un sentimiento extraño.Cuando vengas te lo puedo explicar Y no, no!..soy todo eso, y esto tmbn. Sorpresas sí, apariencias no.
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