Corto y andante.
La saliva para lamerte, aunque dudes,
en el pecho te guardo todos los oídos,
y tengo codos, sí a veces los tengo,
para que los golpees contra los tuyos,
para que grites tus costras
y escuches de una vez por todas los gritos,
no, no los míos. Y saciarte..en fin.
Derramar los pecados inocentes,
esos que nunca fueron nuestros,
La saliva para lamerme, aunque dudes,
ahí estás, y si me preguntan por este caos,
los esperaré con una risa, una risa cabizbaja,
el juego con los dedos y las piernas cruzadas.
en el pecho te guardo todos los oídos,
y tengo codos, sí a veces los tengo,
para que los golpees contra los tuyos,
para que grites tus costras
y escuches de una vez por todas los gritos,
no, no los míos. Y saciarte..en fin.
Derramar los pecados inocentes,
esos que nunca fueron nuestros,
La saliva para lamerme, aunque dudes,
ahí estás, y si me preguntan por este caos,
los esperaré con una risa, una risa cabizbaja,
el juego con los dedos y las piernas cruzadas.
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